Aprender a quedarse solo

Los perros son animales sociables y no es natural que estén aislados de los demás. A los cachorros hay que enseñarles con paciencia y estructuradamente a tolerar el aislamiento para quedarse solos sin problema.

Angélica González
11 de May de 2020

Aprender a quedarse solo

Los perros son animales sociables y no es natural que estén aislados de los demás. A los cachorros hay que enseñarles con paciencia y estructuradamente a tolerar el aislamiento para quedarse solos sin problema.

Si el cachorro se encuentra de repente solo durante horas, sufrirá un gran trastorno y ansiedad, y ese sentimiento se reproducirá siempre que el cachorro se quede aislado. Un perro que no ha aprendido a estar solo puede arañar puertas, destrozar alfombras, moverse incesantemente de un lado a otro de la habitación, tirar cosas de los muebles y alféizares, ladrar, aullar y hacer sus necesidades dentro de casa.

Es fácil evitarlo si le enseñamos poco a poco a quedarse solo, sobre todo si empezamos a edad temprana. Al igual que con el proceso de socialización, sólo necesitarás tiempo.

Aprender a quedarse solo

¿Cómo hacerlo?

Los cachorros, como todos los animales pequeños e indefensos, tienen miedo al abandono de su figura paterna hasta que maduran y confían más en sí mismos. Como tú eres ahora un sustituto de la madre, tendrás que enseñar gradualmente al cachorro a ser independiente de manera parecida a como sucedería en la naturaleza.

En cuanto llegue el cachorro a casa, comienza el proceso de enseñarle a estar solo. Tu cachorro necesitará aprender a superar la sensación de soledad que experimentará en cuanto se cierre la puerta entre él y tú.

Elige un momento en que esté cansado y lo más probable sea que se eche a dormir. Juega un poco con él y sácalo fuera por si quiere hacer sus necesidades. Luego llévalo a su cama o crate y déjalo solo en la habitación. Los cachorros se suelen sentir más seguros si cuentan para dormir con un área parecida a un cubil (caja).

Meter la cama bajo una mesa o en un hueco, o en una caseta de interior y rodeada por una manta, puede ayudar a que se tranquilice y tumbe con más rapidez.

No hagas caso de sus gemidos, ladridos y arañazos en la puerta. Si está cansado, pronto aceptará estar solo y se tumbará a dormir. Mientras sea muy pequeño, abre la puerta cuando se quede dormido. Así podrá acudir a ti cuando despierte y podrás sacarlo a que haga sus necesidades. Repite este ejercicio muchas veces, alargando el tiempo que el cachorro pase solo hasta que aguante unas horas de separación.

Además de enseñarle a estar solo, practica algunas veces a cerrar puertas detrás de ti para que no pueda seguirte de habitación en habitación. Si haces esto cuando vayas a volver en seguida a la habitación en la que está tu cachorro, aprenderá que vas a volver pronto y no tendrá que preocuparse.

Nunca entres cuando el cachorro esté armando lios. Si lo haces, estarás recompensando esa conducta y lo hará más veces. Espera a que esté tranquilo antes de entrar y elogia su conducta. (Recuerden la importancia de recompensar los estados de calma).

Entra en cuanto se quede en silencio un momento; si dejas al cachorro llorando durante horas sólo conseguirás que tenga miedo a quedarse solo. Aumenta gradualmente la duración hasta que las ausencias sean más largas, pero nunca más de lo que tu cachorro pueda soportar. Si es cariñoso y dado a la compañía, necesitarás más perseverancia para enseñarle a quedarse solo que si el cachorro tiene un carácter más independiente.

Nunca castigues a un perro al volver tras una ausencia; no importa lo que haya hecho mientras estuviste fuera. Tu perro no podrá relacionar el castigo con lo que hizo hace tiempo y tampoco impedirás que lo haga la próxima vez. Sin embargo, lo que sí pensará es que estás enfadado por haber regresado. Esto hará que sienta ansiedad la próxima vez que te vayas, porque ahora estará preocupado por tu regreso y quizás derive más adelante en problemas de separación.

Crea momentos de ocio saludables

Permite que el cachorro se entretenga solo, con juguetes o actividades que no impliquen un vinculo contigo. Inicia con separación física, dejándolo en un lugar donde pueda verte pero no este en contacto físico contigo y gradualmente aumenta el tiempo que no compartan juntos.

Cuando hayas conseguido que este mas de 10 minutos en actividades donde pueda verte pero no requiera que estés involucrado podrás empezar la separación visual. Esto lo harás retirándote por momentos del lugar sin prestarle atención y regresando rápidamente a donde estabas sin hacer contacto visual ni prestarle atención (no importa que te persiga). Intensifica cada vez mas estas rutinas y refuerza sus estados de calma.

No le prestes atención a tu cachorro cada vez que te busque o quiera entablar contacto contigo, mejor elige momentos del día donde puedas dedicarle tiempo y vuélvelos rutina, así sabrá que no te tiene a disponibilidad todo el día y empezara a ocuparse en otras cosas resolviendo sus emociones por si mismo.

Momentos de ocio

Angélica González Becerra
Psicóloga y Pedagoga
Magister en Educación
Doctorando en Etología